Llagas en la boca: tipos, causas y tratamientos

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Las llagas en la boca son pequeñas heridas o úlceras de forma redondeada u ovalada, con un aspecto blanquecino o amarillento rodeado de un borde enrojecido. Pueden aparecer en la lengua, encías, paladar, mejillas o labios y, aunque no son contagiosas, resultan muy molestas.

La mayoría de llagas desaparecen en un plazo de 7 a 14 días, pero durante ese tiempo pueden provocar dolor al comer, beber, hablar o masticar. Entender sus causas es clave para prevenirlas y tratarlas de forma adecuada.

Tipos de llagas en la boca

Existen diferentes tipos de llagas que pueden aparecer en la cavidad oral:

Aftas: las más comunes, de pequeño tamaño y dolorosas.
Úlceras traumáticas: provocadas por mordeduras accidentales, prótesis mal ajustadas o el roce de la ortodoncia.
Úlceras por infecciones: relacionadas con el virus como el herpes simple.
Llagas por alteraciones sistémicas: vinculadas a deficiencias nutricionales, problemas inmunológicos o cambios hormonales.

Identificar el tipo de llegada ayuda al profesional a determinar el tratamiento más adecuado.

Principales causas de las llagas en la boca

Las llagas pueden tener múltiples orígenes. Entre los más habituales destacan:

Mordeduras accidentales durante la masticación.
Falta de higiene bucodental.
Estrés, cansancio o falta de sueño.
Déficit de vitaminas y minerales como hierro, ácido fólico o vitamina B12.
Uso de ortodoncia, debido a la fricción de los brackets con las mucosas.
Prótesis dentales mal ajustadas.
Cambios hormonales, especialmente en el embarazo y la lactancia.
Consumo de tabaco, alcohol o bebidas muy ácidas.
Acidez gástrica y reflujo.
Efectos secundarios de algunos medicamentos.
Inmunidad baja, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones orales.

¿Cómo curar llagas en la boca?

En la mayoría de casos, las llagas se curan de forma espontánea en 1 o 2 semanas. Sin embargo, es posible aliviar las molestias y acelerar la cicatrización siguiendo estas recomendaciones:

Mantener una correcta higiene bucal para evitar infecciones.
Usar enjuagues bucales con clorhexidina o agua con sal.
Evitar alimentos ácidos, muy calientes, picantes o duros que puedan irritar la herida.
Aplicar geles o pomadas específicas para aftas que alivian el dolor y favorecen la curación.
Consultar con el dentista si las llagas son muy frecuentes, muy grandes o tardan más de 2 semanas en cicatrizar.

Remedios caseros para llagas en la boca

Algunos remedios caseros pueden ayudar a disminuir la inflamación y el dolor:

Enjuagues de agua con sal o bicarbonato para desinfectar la zona.
Aplicar hielo directamente sobre la llaga para reducir la molestia.
Miel natural, gracias a sus propiedades antibacterianas y cicatrizantes.
Infusiones de manzanilla o salvia, utilizadas como enjuague.

Estos remedios pueden servir como complemento, pero no sustituyen el tratamiento odontológico en caso de llagas recurrentes o persistentes.

¿Cuándo acudir al dentista?

Aunque la mayoría de las llagas en la boca son inofensivas, es recomendable acudir al dentista si:

Duran más de dos semanas sin curar.
Son muy dolorosas o numerosas.
Se acompañan de fiebre u otros síntomas generales.
Aparecen de forma recurrente y afectan a la calidad de vida.

El odontólogo podrá determinar la causa exacta y aplicar un tratamiento profesional adaptado a cada caso.

Si las llagas en la boca son recurrentes o no terminan de curar, lo mejor es acudir a un especialista. En nuestra clínica dental en Zaragoza estaremos encantados de atenderte, diagnosticar la causa y ofrecerte el tratamiento más adecuado para que recuperes tu salud y bienestar oral.